domingo, 24 de julio de 2011

RUBRO 59

El decreto de CFK intentando prohibir la publicidad en diarios a prostitutas y proxenetas es una muestra mas del estilo K. Al igual que, por ejemplo, con la cuestión de los Derechos Humanos, usan una bandera legitima y que interesa y preocupa a la ciudadania, para fines meramente propagandisticos. El nivel de perversidad y falta de escrúpulos de esta conducta es extraordinario.
Pero no me quiero alejar  de mi tema. La cuestión de la prostitución, de su prohibicion, tolerancia o legalizacion es muy importante; pero no es prioritario : sacarlo a la luz en este momento de elecciones es solo otra maniobra para confundir.
De interesarle auténticamente el tema, la presidenta debería (hace rato) haber enviado un proyecto de ley al Congreso y/o promovido el debate acerca de la cuestión. Pero no lo hizo: porque no le preocupa y porque sabe de los poderosos intereses con los que se debería enfrentar (sin necesidad). Así, maquiavélicamente. "queda bien" con sus seguidores y al mismo tiempo les dice a los prostituidores "adelante, continúen su cosecha de dolares". En un país donde las fronteras son un "colador", pretender combatir la trata de personas con la prohibicion de los avisos clasificados no es solo un mal chiste, es una burla a la inteligencia de la población.
Para terminar y solamente a los efectos de ilustrar la enorme complejidad y amplitud del tema de la prostitución, de mostrar hasta que punto nos afecta  y no nos damos cuenta, quiero citar a Sheila Jeffreys:
"A medida que los valores y las practicas de la industria del sexo sexualizan el espacio publico, el paisaje se masculiniza, e intimida y aliena a las mujeres....(incluso) las publicidades de productos que no pertenecen a la industria del sexo tambien incorporan los códigos de la prostitución."

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